Osteopatía Infantil. Embarazo y parto



OSTEPATÍA INFANTIL:
Por Celia Magdaleno (DO) y Albert Rosa Sempere (DO)






¿Qué es la Osteopatía?
La Medicina osteopática se da a conocer en 1874, tras décadas de estudios e investigación del Dr. A. T. Still, médico de iniciación alopática, que dedicó su vida a integrar una nueva corriente terapéutica basada en la estimulación de los sistemas curativos que posee el propio cuerpo. Desarrolló una nueva forma de tratar que no recurre a medicamentos, y que no se centra tanto en los sintomas, ya que estos son sólo una señal de alarma de nuestro cuerpo informando de que algo tal vez localizado en otra parte no está funcionando correctamente. La Osteopatía de Still busca el origen de los desequilibrios fisiológicos que sufre un paciente. Simplemente aporta las herramientas que el cuerpo necesita para superar la enfermedad por sí mismo.
La Osteopatía trabaja globalmente cada una de las partes del cuerpo, incluido el cráneo, las vísceras y órganos. Su objetivo, es devolver al cuerpo toda su movilidad, es decir, que tanto las estructuras óseas, como los tejidos blandos se deslicen según unas leyes biomecánicas y fisiológicas concretas que Still y otros discípulos fueron descubriendo. Si la movilidad específica está alterada entre estas estructuras, ello tendrá repercusión sobre los procesos endocrinos y neurológicos del individuo.

Y es en esta concepción donde reside la gran diferencia entre la Medicina Alopática y la Osteopática. La salud no es la ausencia de síntomas (OMS). La Medicina preventiva es la que se armoniza con la persona para entenderla como un todo.

Tratar al paciente de manera individual, teniendo en cuenta su historial e influencias personales. Es decir, que no trata por igual a dos personas con un mismo diagnóstico, el tratamiento se hace a la medida de cada paciente.

El organismo es una unidad indivisible, que realiza diversas funciones gracias al trabajo conjunto de sus distintas partes. En el caso de existir un trastorno funcional en cada una de éstas, la reacción en cadena de las estructuras que se relacionan con ella resulta inevitable. Esta interdependencia lleva al osteópata a buscar desarreglos a distancia. En el caso del cráneo, por ejemplo, éste presenta inserciones de tejidos que por tensiones pueden alterar el equilibrio de la pelvis y acarrear trastornos locomotores y dolores en esta zona. El tratamiento, mediante muy suaves movilizaciones craneales y presiones muy ligeras pero suficientes, busca relajar estos tejidos.

La Osteopatía estudia en profundidad la Anatomía y la Fisiología de la Medicina tradicional, en ella se basa su concepción, pero con un enfoque diferente. Busca la continuidad entre estructuras, estudia los tejidos más profundos y cómo están comunicados entre sí, y como los procesos fisiopatológicos de un sistema, por ejemplo el nervioso, pueden tener consecuencias sobre el sistema digestivo.
La Osteopatía y la Medicina Alopática nacen de la misma necesidad, la comprensión del individuo, pero la práctica terapéutica ha tomado difentes caminos.


Las técnicas que se utilizan en Oteopatía son muy variadas, pudiéndose adaptar a las características de cada persona. También a bebés, mujeres embarazadas y ancianos, gracias a la sutileza de la Técnica Cráneo-sacral.

La Osteopatía Craneo-Sacral en niños

                                          
La presión que se ejerce sobre los tejidos en el tto. craneal o craneo-sacral es del peso de una moneda de 10 céntimo de euros.



"Recientemente" el Dr. Upledger con importantísimas investigaciones en Terapia Craneo-Sacral, pero más anteriormente W. G. Sutherland (1873-1954) descubrió que, aparte del ritmo cardíaco y respiratorio, existe el Movimiento Respiratorio Primario (MRP). Este automatismo se percibe a modo de onda suave en todo el cuerpo. Se produce por la producción de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, y su expansión a lo largo de la columna a través de las meninges hasta llegar al sacro, con su consiguiente retorno.
Se produce de seis a doce veces por minuto, movilizando los huesos del cráneo, las vértebras de la columna, y el resto de los huesos del cuerpo.


        Membranas intracraneales                     Movimiento Respiratorio Primario



Se llama Movimiento Respiratorio Primario (MRP) porque aparece en el cuarto o quinto mes de vida intrauterina, con el reflejo de succión, de manera que el respiratorio pulmonar sería el secundario cronológicamemte.

                                                          Bebé en el 5 mes de gestación

Este movimiento sirve de diagnóstico al osteópata, tanto por su ritmo y amplitud, como por la restricción de movimiento en algunas estructuras, indicativo de una fijación.
El osteópata percibe este ritmo, y es capar de restablecer las fijaciones que se hayan producido.

La Osteopatía está especialmente indicada en niños, ya que es la etapa desde el nacimiento hasta la pubertad la que más acusa las influencias internas y externas. Al ser en estos años donde la evolución y crecimiento son aún un hecho, donde numerosas estructuras están en formación y consolidación, es el tiempo donde la Osteopatía puede aportar ventajas definitivas. El niño tiene unos potenciales altísimos de adaptación y corrección. Estos son aprovechados por el osteópata, para incidir de forma sutíl, suave, nada agresiva y con un profundo respeto hacia la naturaleza innata del niño.

Debemos pensar que nuestro cuerpo es realmente sabio, y que intenta transmitirnos esta sabiduría mediante señales. La enfermedad en sí misma es una gran señal. Pero, no solo las señales provienene de la enfermedad. Todas nuestras reacciones, tanto fisiológicas como emocionales están intercomunicadas, y tienen una causa, y es en la causa donde reside el enfoque osteopático.
El niño no es diferente, al contrario tiene un conocimiento espontáneo, instintivo, salvaje, de lo que es bueno para él, lo que sucede es que no sabe interpretarlo, y en numerosas ocasiones los padres tampoco saben interpretar las reacciones del niño.


Signos tan habituales, y a veces poco tenidos en cuenta como los siguientes, pueden tener origen en desarreglos en la capacidad de movilidad de los huesos craneales o en tensiones fasciales periféricas, sin que ello sea considerado como "patológico" por la Medicina convencional.

Nombremos algunos de ellos:
- Llanto excesivo antes de las comidas, tal vez no es un rechazo caprichoso a la comida, es posible que el niño esté intentando informarnos de que su diafragma está en espasmo y que comer supone un esfuerzo por una falta de apertura del conducto esofágico del diafragma.

 Muchas veces la causa puede estar lejos de la zona visceral digestiva y hallarse relacionada, por ejemplo, con el nervio responsable de las funciones neurovegetativas digestivas, el nervio vago, en su salida craneal, en el agujero rasgado posterior entre el hueso occipital y temporal. Compensaciones en esta zona pueden alterar la función digestiva, ser causa de náuseas, reflujos , cólico del lactante y otras alteraciones.
El osteópata puede corregir estas tensiones y mejorar la relación entre niño-alimento.

- Dificultad en conciliar el sueño, pueden ser debidas a compresiones craneales sutiles que alteran los procesos circadianos del hipotálamo.
El osteópata libera estas compresiones y facilita la inducción al sueño.

Tendencia que muchas veces no agrada a los padres ver que el niño se chupa el dedo en una edad avanzada, es un mecanismo inconsciente para intentar bombear el paladar y corregir alguna disfunción de la bóveda craneal que puede estar repercutiendo en tensiones en otras partes del cuerpo. El reflejo de succión, es una técnica inconsciente del bebé para facilitar el bombeo craneal, después de la compresión sufrida por el parto. El mantenimiento de esta acción en los años siguientes por parte del niño, puede ser una manifestación de que existe alguna necesidad de mantener los bombeos, "diciéndonos" que algo en el cráneo no funciona bien.

Un déficit de atención o dificultad en el aprendizaje o problemas de comunicación pueden ser debidos a pequeñas alteraciones craneales.

Ciertas posturas que adopta el niño, por ejemplo al estudiar, que a veces observan los padres, es muchas veces el sistema de compensación natural que encuentra el niño a desviaciones de la columna que se están produciendo.
El osteópata puede detectarlas y determinar si el origen es craneal, por ejemplo, por una ligera torsión del occipital, que provoca la rotacíón de la primera cervical con el cual se articula. Esta rotación de la vertebra provocará la adaptación de las siguientes, pudiendo ser causa de escoliosis.

Decir sobre la postura, que ésta es el resultado de un diseño no estándar sobre el cual se inscriben las adaptaciones que el cuerpo realiza ante las influencias de los principales captores propioceptivos, es decir, de los sistemas de captación de información del entorno, que nos permiten, tener constantemente referencias del "donde estamos", y mantener un equilibrio dinámico que nos permite mantenernos de pie, no sufrir vértigos, observar un objeto, etc. Estos captores, son principalmente; los músculos motores de los ojos, los dientes como adaptativos de tensiones y causantes a través de la oclusión de disfunciones y tensiones en otras partes, y el pie y su apoyo. Dicho captores son investigados también de forma prioritaria por el osteópata, para prevenir, desarreglos posturales posteriores.

Operaciones posparto en el bebé, estas intervenciones, algunas veces necesarias, generan tensiones adiccionales desencadenante de patologías por medio de las cicatrices. Además, la intervención en sí puede ser vivida por el bebé como una "agresión". Esto puede desencadenar en un futuro no muy lejano problemas de sociabilidad por el miedo a relacionarse con los demás, timidez excesiva, etc.

Por tanto, el trabajo osteopático no sólo está enfocado a niños con trastornos claros, donde los síntomas se hacen evidentes, sino también para aquellos que lloran más, les cuesta comer o dormir, que son más propensos a contraer enfermedades, etc. En ocasiones se acepta que ese niño es de una determinada manera, sin buscar la causa y, por tanto, sin buscar el remedio.
A veces sólo se trabaja de manera preventiva, para evitar que pequeños trastornos se conviertan en enfermedades serias en un futuro.

Las fontanelas craneales se cierran hacia el final del segundo año, y el cerebro triplica su tamaño en este tiempo. El córtex cerebral no está formado aún hasta los dos primeros meses de vida, es decir la parte cognitiva del bebé está por desarrollarse, y por tanto podemos ayudar a que el desarrollo neurológico en este tiempo sea óptimo.

El trabajo de un osteópata consiste en equilibrar las membranas, suturas y líquidos, con el fin de evitar una afectación en el crecimiento del cerebro subyacente.

Con la osteopatía craneal se actúa sobre el sistema nervioso (también sobre los nervios craneales); sobre la linfa, por tanto sobre el sistema inmunitario; sobre cada una de las estructuras del cuepo y sobre el sistema vascular.

Las lesiones craneales afectan al cinturón escapular y pélvico, ya que el cuerpo posee fascias (tejidos anatómicos) que interrelacionan estructuras a distintos niveles, por ello nunca hay lesiones aisladas.

Es importante la observación por parte de los padres: si el niño mueve los dos brazos y piernas por igual, si es inquieto o tranquilo, si aprende a hablar pronto, su forma de caminar, etc. Todos estos datos ayudan al osteópata en su trabajo.


                                               OSTEOPATÍA, EMBARAZO Y PARTO 


Durante el embarazo, la Osteopatía en la madre estará indicada (aparte de lo anteriormente expuesto) para el dolor inguinal que produce la dilatación de la sínfisis púbica; para la sobrecarga de la espalda con el peso excesivo que cambia el centro de gravedad de la madre, las lumbalgias y ciatálgias clásicas del embarazo pueden ser tratadas por el osteópata, el malestar y los vértigos de los primeros meses; la mala circulación, los calambres, la tensión muscular, etc.
Todo el sistema visceral de la madre tiene que adaptarse al aumento del tamaño del feto, el osteópata ayuda al cuerpo de la madre a integrar su nuevo estado. Pero sobretodo, la Osteopatía ayuda a la madre a optimizar los recursos fisiológicos de los que dispone para colaborar con la preparación de un parto más "fluido".
Se trata en profundidad su capacidad respiratoria, el diafragma como eje importantísimo de las cadenas musculares relacionadas con periné, la pelvis y el sacro y su capacidad elástica, el sistema nervioso y los plexos lumbosacros, el cráneo y su función no solo neuroendocrina, sino también su relación a nivel fascial y el origen de formación y bombeo del líquido cefalorraquídeo, importante en diferentes procesos fisiológicos en el embarazo.

Por otro lado, existe una aportación muy importante y poco valorada por la medicina convencional. La Osteopatía en el embarazo ayuda al feto a través de la madre, normalizando el sistema nervioso autónomo, liberando de estrés y sobretodo ayudando a vivir con una mejor integración emocional el cambio profundo que supone en la psique de una mujer el proceso de gestación. Ser padres es un proceso físico y emocional. La Medicina Moderna, con ramas como la Psiconeuroinmunología conoce bien las repercusiones de estados  emocionales en las funciones endocrinas, y en el caso del embarazo, las conexiones entre los estímulos que recibe la madre, como los integra, y como esas emociones son recibidas por el feto. Sabemos como, por ejemplo, el miedo o los miedos de la madre pueden ser "heredados" por el feto.
El concepto de herencia genética y todo su campo de actuación, toma una nueva dimensión en el estudio de estas nuevas corrientes sanitarias, pero sobretodo en la concepción y práctica de los especialistas en terapia holística.
La Osteopatía ayuda mediante técnicas sutiles y profundas a equilibrar estos estados, y ayudar al feto a integrar los estímulos que reciben del exterior y de los propios padres.

Pero ¿por qué un bebé puede tener problemas en su estructura tan pronto como viene al mundo?
A veces la causa se encuentra en el periodo intrauterino. La pelvis de la mujer es anatómicamente distinta a la del hombre (más ancha y extensa, menos alta, con un estrecho superior más ancho), diseñada ingeniosamente para facilitar los procesos de gestación y parto.
Además, durante los nueve meses de gestación, el cuerpo de la madre se adapta al crecimiento del bebé, y éste debe hacerlo también con el espacio reducido del que dispone en el útero. Pero además es necesario que el sacro, cóccix, los ilíacos y vertebras lumbares de la madre cumplan una perfecta movilidad; y que los músculos y ligamentos de la pélvis estén flexibles y relajados. Una asimetría a este nivel puede perjudicar al cráneo del niño, ya que en la última etapa del embarazo, la cabeza del niño descansa sobre la pelvis materna.




En el momento del parto, sacro, cóccix e ilíacos efectúan movimientos para facilitar la salida del feto. Si estos no están equilibrados, y los ligamentos que los unen no están elásticos, se producirán tensiones adicionales que pueden añadir tensiones en el parto.



Además, el suministro arterial, venoso y nervioso del niño durante el embarazo, lo asumen los sistemas vasculares y las vías de conducción que se distribuyen a la altura de las vértebras lumbares inferiores y del sacro de la madre. Si estas áreas presentan trastornos funcionales, pueden perjudicar el desarrollo del bebé.

Por su parte, el bebé en el expulsivo hace distintos giros para encontrar la salida. Cuenta con un cráneo muy maleable gracias a las fontanelas, placas de cartílago que permiten ser deformadas en base a las presiones de la pelvis. Aún así, en un 78% de los casos, hay tensión en las membranas y en las articulaciones; y en un 82% de los neonatos hay alguna lesión craneal asintomática.




El paso de la cabeza por el estrecho inferior de la pelvis puede desestructurar la base craneal, y por tanto las vías nerviosas y sanguíneas a este nivel. La salida de los hombros puede obligar al cuello a hacer inclinaciones o torsiones que repercutan en la columna vertebral y los músculos de la periferia, así como  a tracciones aponeuróticas que arrastren a órganos internos.

A veces la matrona hace rotación y tracción de la cabeza, y el bebé tiene una tensión máxima en toda la columna y las meninges, ya que él también empuja para salir, y podría producir una escoliosis futura.


En el caso de utilizar fórceps, ventosas, espátulas o cesáreas (presentación de nalgas o por un hombro; vuelta de cordón), el cráneo del bebé se deformará gracias a la maleabilidad de la que dispone. Será la columna la que busque la compensación creando una escoliosis.




Con forces.

                         

La cesárea, que aparentemente no tiene repercusión para el bebé, somete al cráneo a un cambio repentino de presión, el cual tampoco forma parte de la fisiología innata del parto cuando se realiza por vía normal. Teniendo esto fuertes consecuencias para el recién nacido y la parturienta en un futuro no muy lejano. 



La información de las posturas intrauterinas es de gran ayuda para el osteópata en el tratamiento posparto.
En caso de daño prenatal, es indispensable tratar al bebé tan pronto como sea posible, dentro de las veinticuatro horas al parto.
Esta primera intervención es tan importante como las visitas periódicas durante los primeros años de crecimiento, a la vez que se hace un seguimiento con el pediatra.



Deformación de la boveda craneal por ventosa 

Debemos contar con que la postura moderna en el parto no favorece a la gravedad, ¡somos la única especie que lo hace en horizontal!, al menos en España, (y no por evolución natural.). Esto obliga a traccionar de la cabeza del bebé. Si se hace en exceso, puede crear una tensión excesiva del mediastino o una compresión en la base del cráneo. A veces, el Nervio Glosofaríngeo, encargado de la acción motora en la musculatura faríngea, queda comprimido, con lo que el niño no puede succionar el pecho o lo hace con mucha dificultad, presentando por ejemplo, una sudoración excesiva al succionar el pecho.



Osteopatía y Parto Natural

Son muchos los motivos por los que los osteópatas recomendamos el parto natural, en una posición más fisiológica, con unas condiciones más humanas y cálidas para la madre y el niño, en piscinas de agua caliente y con la figura de la matrona como especialista en el parto y del médico obstetra como especialista en la solución de eventuales conflictos.

El parto en casa, o en centros especializados de parto natural, es devolver a los padres todo su protagonismo, recuperar nuestra mirada a la Madre Naturaleza, darle dignidad al proceso sexual que significa el parto.
El parto por si mismo, como acto fisiológico, no necesita de cesáreas, fórceps, oxitocina, epitural, etc. Es un proceso natural, propio de la naturaleza de la mujer, fruto de millones de años de evolución y para el cúal la fisiología de la mujer está perfectamente adaptada. Sólo en los casos en los que realmente existan complicaciones deberían utilizarse estos sistemas, evidentemente en pro de la salud de la mujer y neonato, solo como medida realmente necesaria, y en todo caso, y por encima de todo, los padres tienen el derecho legal de acceder a información objetiva y precisa y poder elegir qué tipo de parto quieren para su hija o hijo.






Se sabe, que los estímulos sexuales en la mujer, empiezan a nivel cerebral, ¿Cómo es posible, entender la importancia del estado mental y emocional de la mujer para unas relaciones sexuales satisfactorias, y sin embargo obviar, la necesidad y primordialidad de unas condiciones emocionales favorables en el proceso del parto?
¿Cómo es posible pensar que una mujer puede dilatar óptimamente, cuando siente invadida su intimidad, su dignidad y su integridad?. Los protocolos rígidos, fríos, agresivos, y pocos respetuosos con la fisiología de la  mujer, no son la mejor opción, para un parto seguro. Y un parto seguro, no pasa solo por la llegada del niño al mundo, sino por el óptimo estado emocional del bebé, que no se le separe de su madre solo nacer, que sienta el calor de los padres, que no se le inyecte ni medique por protocolo, etc. Un parto seguro para la madre, es que no sea víctima de intervenciones quírúrgicas no imperativas, que se respete su tiempo, que pueda estar con el bebé desde el primer momento, etc.

El parto es un proceso maravilloso, para el cual la madre está totalmente preparada, y que la desnaturalización del mismo y el exceso de "humanización" es en muchos casos, una causa de dificultades en el proceso.

Deseamos qué la libre elección, entre un parto natural y otro medicalizado sea realmente una opción de libertad, y no una imposición social, médica y cultural.



Hay que volver a confiar en la naturaleza humana. Parir no es una enfermedad.


Sobre la leche materna, decir, que en los primeros días posparto, tiene un alto contenido en glóbulos blancos cargados de grasa, que actúan contra posibles enfermedades. En los días sucesisvos, la leche es rica en inmunoglobulinas, que protegen de infecciones. De ahí la importancia de que el niño pueda beneficiarse de este alimento desde el primer día.

Tanto al mamar, como al chuparse el dedo, el niño estimula la producción cerebral del líquido cefalorraquídeo, ayudando a la reestauración craneal.

Indicaciones de la Osteopatía en el bebé

-Alteraciones traumáticas óseas, tales como subluxaciones congénitas de cadera, problemas del paladar asociados al labio leporino (en el trabajo sobre el maxilar postquirúrgico), deformación craneal, etc.
-Otras relaciones "no traumáticas" como:
   Mala oclusión dental
   Estrabismo y ojo vago
   Sinusitis
   Dolor de cabeza
   Problemas respiratorios
   Estreñimiento / Diarrea
   Problemas del comportamiento y aprendizaje
   Trastornos del sueño
   Hiperactividad
   Escoliosis, etc.
... Y todo lo expuesto en anteriormente.

Es habitual encontrar a padres inquietos ante la idea de llevar a un terapeuta a su hijo recién nacido. Esto ocurre hasta que se conoce la manera tan sutil de actuar en una sesión de Osteopatía Craneo-Sacra, en la que las manos del profesional "escuchan" las distintas partes del cuerpo del niño, haciendo las correcciones oportunas con la misma suavidad. Se suele pedir la colaboración de los padres, apoyando con su presencia.

Una de las bases de la medicina natural es la de prevenir, y ¿por qué no prevenir lo antes posible?. En paises como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Italia, es habitual este trabajo desde los primeros días o meses de vida de los bebés. De esta manera evitamos la cronicidad de enfermedades futuras, sin padecer molestos síntomas durante años y abreviando el número de sesiones para restablecernos. La correcta integración de la vida intrauterina, el parto y los cinco primeros años de vida son las bases para una vida equilibrada en todos sus aspectos.

Deseamos que, con la colaboración de todos, podamos estar a la altura de otros países, y que el conocimiento osteopático llegue más a los hogares, para que niños puedan beneficiarse de todas sus virtudes. Para que recuperemos nuestras miradas a los potenciales heredados de nuestra propia Naturaleza esencial.






ENLACE AL VIDEO SOBRE NEUROBIOLOGÍA DEL PARTO POR LA IBONE OLZA

http://youtu.be/W565rNayzwA






Fuente
-Celia Magdalena Ciudad & Albert Rosa Sempere. La Osteopatía Infantil. Mayo 2007.
-Juan Carlos Avilés. Manual de Homeospagyria. 2001. Editorial Bioediciones S.L












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