Osteopatía Craneal



Por Albert Rosa Sempere (DO):


Los principios osteopáticos de Sutherland
William Garner Sutherland (1873-1954), sería un discípulo directo de Still. Sutherland revolucionaría el mundo de la Fisiología y conmocionaría a los propios osteópatas de la época al descubrir un nuevo movimiento originado en el cerebro, al que llamó Cranial Rythmic Impulse (CRI) o Movimiento Respiratorio Primario (MRP)

Sutherland descubre que los huesos craneales no están soldados entre sí, tal y como se creía, y tal y como gran parte de la comunidad médica sigue creyendo, sino que gracias a las suturas se da interdependencia y capacidad de deslizamiento a los mismos.

Sutherland basándose en los principios de Still, deduce como cualquier restricción en la movilidad o tensión membranosa puede afectar a la función del sistema nervioso. Crea una completa cartografía craneal, desmenuza todas sus partes y estudia sus ejes de movimiento.
Experimenta sobre él mismo, colocándose un bol de madera atado sobre su cráneo durante varios días. Comprueba en él mismo la restricción de movilidad; alteraciones visuales, vértigos, cefaléas, alteraciones emocionales, etc, estando su mujer como testigo. Tras quitarse el cuenco, empezó a manipularse el cráneo con ligeras presiones, con el fin de restablecer su movilidad. Las alteraciones desaparecieron.

Sutherland empezó a aplicar a sus pacientes maniobras y técnicas de tratamiento craneal con gran éxito. Utilizando los conceptos de Still y enriqueciéndolos con el nuevo concepto craneal, trata casos donde la Osteopatía clasica no llega, sobretodo en pacientes niños con discapacidades motoras y psíquicas.
En 1939, Sutherland escribe The Cranial Bowl, un tratado de Osteopaía Craneal, que tendrá poca aceptación entre sus colegas.
Por fin en 1946 funda la Cranial Osteopathy Association, con el apoyo de la Academia Americana de Oteopatía.
Muere a los 82 años, y serán sus discípulos quienes darán un mayor impulso a la Osteopatía Craneal, Harold Magoun publicaría en 1966, Osteopathy in the Cranial Field.
Viola Frymann, dedicará toda su vida a la investigación y experimentación clínica, aportando importantes estudios científicos a la Osteopatía. Jhon Upledger con sus estudios de mecanica craneo-sacral y la sutileza de sus "diálogos" con los sistemas somatoemocionales, Denis Brookes, la ingeniería manual.

Principios Cráneo-Sacros
1. Movimientos óseos craneal. Las suturas permiten un mínimo de deslizamiento en fases de expansión y retracción debido a las tensiones de las membranas craneales en la fluctuación del líquido cefalorraquídeo originado en los plexos coroideos. Las suturas separan a los huesos mediante una membrana sutural. Este movimiento se ve ayudado por la movilidad intrínseca del cerebro, la denominada motilidad visceral, por el sistema cardiorespiratorio, por los sistemas de drenaje vascular cerebral, por la acción de bombeo del diafragma, que permiten que el cráneo experimente con un ritmo cíclico (MRP), micromovimientos en los huesos craneales, y por difusión del LCR, a través del sistema nervioso periférico, el MRP en todo el cuerpo. Este movimiento aunque sutil, ha sido demostrado experimentalmente por los investigadores, a través de diferentes sistemas de sensores en las suturas craneales, para convencer a los escépticos.

 2. Movimiento cráneo-sacro, relacionado por la duramadre espinal que por tensión e inserción recíproca da movimento al pivote esfenobasilar y al sacro entre los ilíacos. Al ser esta membrana, inextensible, y al provocar el movimiento craneal una flexión del occipital, este, tira de las inserciones de la duramadre en sacro, a nivel de S1-S2. Así cráneo y sacro se mueven al unísono, según este ritmo llamado MRP. Las restricciones o alteraciones en este movimiento craneal repercutirán en sacro y por tanto en la cintura pélvica. Por el contrario, también las alteraciones de la cintura pélvica, pueden repercutir en el cráneo. Pero aún podemos ir más allá, puesto que la continuidad a nivel fascial forman una sola fascia, también desde el sistema estructural periférico, o desde el visceral, pueden haber repercusiones en el sistema craneo-sacro.

3. El Movimiento Respiratorio Primario (MRP). Se da al principio de nuestra vida y se mantiene aproximadamente 15 minutos después de la muerte clínica, tal y como se demostró en la década de los 70 y 80 mediante evaluaciones científicas. Consta de la fase de flexión o expansión y de la fase de extensión o retracción, a un rítmo de 6-12 ciclos por minuto, es decir unos tres segundos por cada fase. Es un ritmo constante, independiente del respiratorio y disociado del ritmo cardíaco y de su actividad. Solo se ve alterado por ciertos componentes fisiológicos.
El MRP se percibe en todo el cuerpo, no solo en el cráneo, afectando a linfa, sistema tisular y membranoso.

El MRP es un sistema de diagnóstico y tratamiento corporal altamente eficaz y profundo, ya que trabaja dentro de la propia frecuencia del paciente. Y da libertad a todo el sistema fascial.



                                        


En los últimos años de vida, Sutherland, con la ayuda de algunos de sus colaboladores, como por ejemplo Jealous, y posteriormente otros osteópatas como Becker, detectaron otras fases expansivas y retractivas, con otros ritmos diferentes al MRP, más lento, que parece, se atribuyen a procesos en relación con la propia energía vital de la persona. La Biodinámica Craneal, trabaja en estas amplitudes, el denominado trabajo de la mareas, para sintonizar niveles profundos  con la persona.

                                                                     Rollin Becker

Así pues, el osteópata aprende a percibir el sutil pero a la vez profundo movimiento, mediante el desarrollo de su tacto, como un músico que es capaz de tocar sin pensar, el osteópata detecta las restricciones del movimiento y es capaz, mediante técnicas suaves donde la conexión con el paciente es vital, restaurar la fisiología que los tejidos necesitan para estar en salud. La sutiliza de esta técnica, más allá de la fisiología, pasa por lo que Becker decía "Solo los Tejidos Saben". Una vez el conocimiento está integrado, hay que dejarlo a un lado, para conseguir conectar con el estado vibracional de la persona, dejar que las correcciones sean efectuadas por la tendencia innata que los tejidos tienen a recobrar su equilibrio. El osteópata sólo es un ser en escucha, un vehículo potenciador de las capacidades naturales del cuerpo.

Hacer referencia queda, de las patologías que pueden tratarse con Osteopatía Craneal:
-Sinusitis, rinitis.
-Jaquecas, cefaleas
-Tendiniti recidiva.
-Latigazo cervical crónico.
-Problemas oculares como ojo vago.
-Problemas en la alteración de la audición.
-Parálisis facial.
-Neuralgias del trigémino.
-Problemas mandibulares
-Problemas de deglución.
-Trastornos hormonales por relación con la hipófisis.
-Estrés, ansiedad.
-Depresión.
-Trastornos del aprendizaje.
-Trastornos en la motricidad.
-Etc.











Fuentes
-A. R. Sempere. La Osteopatía. Los principios básicos osteopáticos. Enero 2007
-Léopoldo Busquet. Osteopatía craneal. 2006. Editorial Paidotribo. 
-W. G. Sutherland. Textes fondateurs de l´ostéopathie dans le champ crânien.


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