Terapia Osteopática




El tratamiento osteopático se basa en la siguiente idea:

<<Cualquier cambio en la MOVILIDAD del sistema parietal (sistema osteoarticular y muscular), Sistema visceral, sistema craneo-sacro y sistema fascial en el sentido de la hipomovilidada o hipermovilidad, conduce hacia un trastorno en el funcionamiento del organismo que, a su vez, puede dar lugar a un cuadro patológico.>> 


Como consecuencia de la pérdida de movilidad, producida ésta por un traumatismo, mala alimentación, estrés, cicatrices postoperatorias, parto doloroso, etc; se reduce la circulación sanguínea del tejido afectado. Esta hipoemia puede llegar a convertirse en una isquemia. 

De esta forma pueden aparecer irritaciones, inflamaciones e infecciones producidas por los problemas de irrigación.
Para que el cuerpo humano funcione de una forma óptima es necesario que los sistemas principales del cuerpo estén en armonía.
Entre estos sistemas se encuentran:

  • Sistema parietal: osteopatía estructural, hace referencia a los trastornos funcionales del aparato locomotor: dolores de espalda, dolor articular, esguinces, hernias discales,etc.
  • Sistema visceral: movilidad y funcionamiento de los órganos internos. Tratando problemas de hernias de hiato, problemas digestivos y respiratorios, cefaleas de origen hepático, problemas ginecológicos y urológicos, cansancio general, etc.
  • Sistema fascial: las fascias son el tejido conectivo denso encontrado de diferentes maneras: recubrimiento muscular, los tendones, aponeurosis, los ligamentos, las cápsulas articulares, recubrimiento neuronal, membranas serosas de los órganos, etc. Para que el músculo (contenido) realice bien su función, la fascia (continente) debe estar liberada de tensiones. Dentro del conjunto músculo-fáscia, la fascia es lo más importante debido a que:  
  •        
                 -Es el componente pasivo dentro de la unidad musculo-fascia, proporcionando al músculo las características de extensibilidad y elasticidad.
                 -Almacena el agua y la grasa.
                 -Actúa como aislante térmico (conservación del calor).
                 -Ejerce protección mecánica contra traumatismos.
                 -Posee las rutas para la salida y entrada de nervios y vasos sanguíneos en los músculos.
                 -Limita la extensión de las infecciones (importancia clínica).


                                   


El sistema fascial asegura la relación funcional entre el aparato locomotor, los tejidos conectivos laxos que, llenando los espacios intermedios del cuerpo crea vínculos funcionales entre todos los componentes anatómicos (vasculares, nerviosos, viscerales). 

  • Sistema craneo-sacralrelacionado con el correcto funcionamiento de los movimientos craneales y la cintura pélvica (sacro-ilíacos) transmitidos por las meninges (duramadre). Trabajando problemas mandibulares, oculares, otorrinolaringólogos, problesmas de concentración y aprendizaje, depresión, etc.

Cuando un sistema está alterado se produce inmediatamente un desequilibrio, por lo cual se ven afectados otros sistemas.
Estos sistemas deben encontrarse en un equilibrio funcional.
La FASCIA aseguran la relación funcional entre los diferentes sistemas del cuerpo,  y ésta, está intimamente relacionada con las EMOCIONES. Podemos decir que es donde que dan grabadas nuestras experiencias vividas, las buenas liberan y fortalecen la fascia y las malas generan contracturas (quiste energético) y la delbilita.




Por Albert Rosa Sempere (DO):


La práctica osteopática
La práctica osteopática se basa en el respeto de las bases fisiológicas y anatómicas de globalidad y de causalidad, y en un estudio detallado de cada individuo.

¿Cómo trabaja el osteópata?
casi siempre el osteópata está en contacto con profesionales sanitarios satélites a su trabajo, en los cuales poder delegar o con los que colaborar, en caso de necesidad. Los más habituales colaboradores de un osteópata son:
Odontólogos oclusionistas, con los que la colaboración a veces es muy estrecha, cuando existe una necesidad osteopática de abordaje bucal. Puede llegar a ser una mano derecha del osteópata y viceversa.

Podólogos, cuando se hace imperativa alguna actuación específica sobre el apoyo, aunque el osteópata prefiera intentar que las correcciones osteopáticas modifiquen el apoyo podal, a veces este es causa primaria de lesión.

Optometristas, cuando la disfunción pasa por una incorrecta función de la musculatura oculomotora, y el trabajo osteopático no es suficiente para, corregir la disfunción y sobretodo para facilitar la adaptación del cuerpo a esa disfunción. A veces en Osteopatía hay que saber que no se debe querer corregir todo, sino respetar los sistemas de equilibrio únicos en cada persona.

Logopedas, de la misma manera, el trabajo sobre la voz, la lectura y la escritura, el aprendizaje, a veces es primordial como sistema integrador del osteópata.

Posturólogos, la disfunción de algunos de los captores posturales, tales como pie, ojo y boca, tienen repercusión sobre todo el sistema estructural del individuo. Cuando la causa está prioritariamente en algunos de estos sistemas, el trabajo con posturología está altamente indicado. La Posturología ofrece al osteópata nuevos recursos de diagnótico y tratamiento, y también explicación a ciertas dificultades en los procesos de recuperación del cuerpo.

Fisioterapeutas especializados en cadenas y reeducación postural. Por ejemplo, en el trabajo para la escoliosis, sobretodo con niños, es importantisimo la corrección de la lesión osteopática que la ha causado, pero además, cuando la escoliosis está muy avanzada, y la edad del niño permite un importante efecto corrector, es imperativo el trabajo en colaboración con algún profesional especializado.

Traumatólogos, a los que derivar en el caso de necesitar un estudio evaluativo por imagen, Rx, RSM, TAC, etc. o un diagnóstico médico del aparato locomotor.

Médicos endocrinos, ante la necesidad de pruebas analíticas de los principales valores.

Médicos pediatrasespecializados en Homeopatía, para el seguimiento y tratamiento menos agresivo del niño, y muchas veces del adulto.

Y otros profesionales médicos y sanitarios, en la especialidad de O.R.L., psiquiatría y psicología, dermatología, endocrinología, oncología, pilates, yoga, taichi, etc., que puedan ayudar al trabajo integral o global del osteópata. La Osteopatía, al trabajar todos los sistemas de la persona, puede detectar, disfunciones que correspondan a otros profesionales.

La Anamnesis osteopática.
El diagnóstico osteopático, es la raíz de nuestro trabajo, conocer y obtener incluso los datos aparentementes menos importantes es básico, para detectar cuales son los sistemas que han llevado al individuo a perder su equilibrio.
El osteópata pregunta por cualquier síntoma que el paciente presente aunque no esté relacionado en primera instancia con el motivo de la consulta, antecedetes traumatológicos, enfermedades infantiles, características de cómo fue el pato del paciente, muy importante para el osteópata, antecedentes familiares, operaciones, cicatrices, alimentación y gestos relacionados con ésta (la masticación), etc. Importantísimo preguntar por el estado emocional y su situación personal (siempre y cuando se perciba una actitud abierta, a veces, es mejo primero desbloquear los tejidos).
Preguntar también por las características de dolor, por las caraterísticas de la disfunción fisiológicas y otros datos relacionados.

El osteópata busca en la lectura corporal, en los rasgos del paciente información de ayuda en la elaboración de su diagnóstico.
Es decir, se intenta perfilar quién es la persona que acude a vernos, cuales son sus puntos fuertes y cuales los de mayor indefensión, fuera del síntoma, conocer a nuestro paciente nos ayuda a potenciar sus capacidades de autoregulación.

Exploración
Una vez realizada la ficha, se procede a evaluar el estado físico del paciente, que sistemas están en disfunción, como está la MOVILIDAD de sus estructural, como se mueve la columna, la periferia, las suturas craneales, la ATM, etc. La práctica osteopática se basa principalmente en devolver el movimiento a aquello que lo tiene defectuoso. 
El movimiento es Vida.
Así, la exploración busca detectar esas difunciones y establecer un hilo conductor que las enlace para dar sentido a un sistema lesional. La lesión no aparece por casualidad, el osteópata busca la causa o causas y una coherencia entre ellas. Es por eso que el trabajo osteopático siempre es ÚNICO para cada persona. Hay que adaptarse a la Naturaleza de cada individuo.

El tratamiento
Una vez el osteópata ha terminado con los datos recopilatorios, establece una dirección terapéutica en cada sesión, realiza las técnicas convenientes para ajustar y facilitar la corrección de los sistemas endocrinos, nerviosos, vasculares, estructurales y energéticos del paciente mediante técnicas manuales.

El seguimiento
Dentro de este concepto osteopático, el osteópata debe valorar, si su trabajo de la sesión anterior a producido cambios en los patrones de lesión, si el cuerpo ha reccionado modificando sus señales, si los síntomas han variado, si la movilidad ha aumentado, en definitiva, si nuestro trabajo ha sido aceptado e integrado por el cuerpo del paciente, si acepta nuestra particular y modesta visión de sus difunciones, y acepta nuestra acción terapéutica.
El número de sesiones necesarias, depende de varios factores, de las caranterísticas lesionales, la edad, el terreno y la capacidad de autocuración de la persona, es decir, de su energía vital, de nuestra habilidad, de la voluntad del paciente, del campo en el cual estamos trabajando, etc.
Normalmente, el número de sesiones varía desde 1 a 6. Pero es cierto que algunas personas, evolucionan satisfactoriamente, pero de forma más lenta, ya que sus procesos vitales son más débiles y el número de sesiones debe ser mayor. También la antigüedad de la lesión, la existencia de bloqueos emocionales asociados, el tipo de compensaciones que se han desarrollado, el propio estado físico del individuo, etc., pueden solicitar un número mayor de sesiones. Pero de cualquier forma, el osteópta debe valorar que se estén produciendo cambios derivados de la información transmitida al sistema bioenergético del individuo, que el cuerpo los integre y que por tanto la persona se esté beneficiando de la aportación de un tratamiento osteopático.
Por otro lado, la Osteopatía no puede ser considerada como la panacea, y debemos aceptar que hay casos a los que no podemos o sabemos ayudar.

El tiempo aproximado de cada sesión oscila entre 30 y 60 minutos, pero hay que tener en cuenta que hay personas que por las necesidades de su tejido el tiempo de la sesión puede aumentar y tenemos que respetarlo. También dependerá de la línea en la que trabaje el terapeuta.
Los intervalos entre cada sesión también son variables. Depende también de varios factores, pero por lo general se suele establecer un mínimo de 1 o 2 semanas y un máximo de 5, para las primeras sesiones en la corrección inicial. El osteópata debe dejar este margen para que la información transmitida enraíce en el organismo, y tenga tiempo de realizar sus autoadaptaciones. Posteriormente, sesiones más espaciadas de control, entre 8 y 12 semanas, hasta que nuestro trabajo pasa a ser puramente preventivo, espaciado según las necesidades de cada persona. Muchos osteópatas recomiendan de dos a cuatro sesiones anuales de carácter preventivo.










Fuente
1. A.R.Sempere. La osteopatía. Los principios básicos osteopáticos. Enero 2007.2005.
2. Marc de Coster y Annemie Pollaris. Viszerale Osteopathie.
3. María José Godoy Fernández. Fisiología del aparato locomotor. I de Fisioterapia.

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