Osteopatía Visceral


Por Albert Rosa Sempere (DO):


A partes de otros médicos como Thure BrandtStaffer o Glenard, los osteópatas Jean Pierre Barral y Mercier, en los ochenta, integran la Osteopatía Visceral a la práctica global osteopática.
Barral es quien realmente establece principios fisiológicos claros, ejes de movimiento estudiados clínicamente, y desarrolla la manipulación visceral a través del denominado movimiento de Motilidad. La escuela osteopática francesa, es la que más ha investigado y desarrollado el trabajo visceral, y donde se ha integrado de una forma más profunda la Osteopatía Visceral al trabajo osteopático. Y aunque reciente, la aportación de Barral, ha sido una de las mayores de las últimas décadas de la Osteopatía y ha influido en la praxis de muchos de nosotros de una forma importantísima.




Otra aportaciones muy importantes han sido las propias de Upledger y su desarrollo de los sistemas de escucha visceral, la aportación de los reflejos neurolinfáticos de Chapman, puntos de estimulación visceral a través del sistema neurolinfático, las cadenas musculares de Busquet y M. Busquet, donde nos comunica cadenas estructurales con órganos; el  sistema fascial visceral de Finet y Williame o el trabajo vascular y su acción sobre la víscera de Kuchera. ¡Sin olvidar al propio Still!, que ya en su época nos hablaba de la importancia de las vísceras y sus sistemas de fijación, de la fascia visceral, de los epiplones y los mesos, y con su completo estudio anatómico, nos daba el estudio de la continuidad del cuerpo humano.

L. Busquet (a la izquierda) y Upledger (a la derecha)


En Osteopatía Visceral distinguimos entre movilidad visceral, la cual corresponde a un movimiento voluntario, originado por la musculatura estriada y dirigido por el Sistema Nervioso Central, y a otros involuntarios originado por el impulso diafragmático, el movimiento cardíaco y los peristaltismmos. Y tenemos luego la motilidad visceral, movimiento inherente de cada órgano. diferente para cada uno en ejes y amplitud, el cual se atribuye entre otras teorías a la época embrionaria y a la memoria celular que tiene impregnada los movimientos de crecimiento y adaptación que se producen en esa época.
El osteópata actúa sobre la movilidad visceral, directamente mediante estiramientos y manipulaciones viscerales, y también devuelve el ritmo y amplitud óptimos al movimiento de Motilidad. La integración de estos conceptos a la práctica osteopática craneal y estructural es básica para dar un aporte realmente holístico.

Para Barral, y los que le seguimos, muchas disfunciones de tipo locomotor o propiamente del sistema fisiológico tiene sus causa en la restriccíón de la movilidad de la articulación visceral, adherencias y fijaciones articulares viscerales, el llamado visceroespasmo, es decir, un espasmo de la musculatura lisa de la víscera, por ptosis o caída de la viscera debido a un efecto de los sistemas de anclaje visceral y otros sistemas que intercomunican con el sistema aponeurótico interno. La víscera está "atada" a vértebras, a otras vísceras, apoyada en músculos,  separada por fascia, etc. La víscera forma parte del sistema estructural del individuo. Es una articulación más. Forma parte del principio de Still, "la estructura gobierna la función".

El trabajo sobre la Motilidad Visceral requiere por parte del osteópata una profunda y clara visión anatómica, pero sobretodo una capacidad de estar y acompañar a los tejidos, donde a través de ellos será posible interactuar en otros campos de la persona, como el químico, el emocional y el energético.

El sistema nervioso autónomo
Controla la motilidad visceral actuando sobre el ritmo cardíaco, el ritmo respiratorio y el peristaltismo. El sistema vegetativo es regulado por el sistema nervioso autónomo y el endocrino.
El diafragma como motor de bombeo sobre órganos y vísceras, separa la cavidad torácica de la abdominal, con sus respectivas presiones, manteniendo el efecto turgor de las vísceras. Los 24.000 movimientos al día del diafragma no son nada desdeñables, considerando que cualquier pequeña alteración en su funcionalidad a lo largo de los años, crea una suma lesional importante. El diafragma tracciona a los pulmones, el mediastino y las vísceras.
Dice Still:
"Quisiera llamar la atención sobre el hecho de que el diafragma puede perturbar y retener el paso de la sangre y producir con ese estancamiento determinados cambios, desde el primer germen de muerte hasta lo más acabado, así como también, el cáncer de bocio, el engrosamiento glandular del cuello, de las fascias y de todas las sustancias que se encuentran por encima del diafragma".

Las patologías y trastornos tratados con Osteopatía Visceral pueden ser muy variados, como dolencias  relacionados con el aparato locomotor y dolencias orgánicas.
   Dolencias orgánicas: dolores al orinar, edemas en piernas, estreñimiento, hinchazón abdominal, ruidos intestinales, gases, problemas post-operatorios, digestiones pesadas, síndrome premenstrual, prostatitis, etc.
   Dolencias del aparato locomotor: pesadez de piernas, cefaleas, dolor bilateral en los hombros, dolor lumbo-costal, etc. 









Fuentes
-A. R. Sempere. La Osteopatía. Los principios básicos osteopáticos. Enero 2007.
-Juan Carlos Aviles. Manual de Homeospagyria. 2001. Editorial Bioediciones S. L
-Marc de Coster. Annemie Pollaris. Osteopatía Visceral. 2005. Editorial Paidotribo.

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